Así como Harry Houdini, escapista de principios del siglo XX, escapaba de sogas, esposas, cadenas y camisas de fuerza, estos ilustradores comerciales escapan de la esclavitud del diseño en computadora, los pixeles y vectores, logrando plasmar a base de talento, su capacidad de atraer visualmente, sólo con pintura, brochas y un poquito de magia en los dedos...
Mucho antes de que las impresoras inkjet se conocieran en el medio publicitario, y antes de que las lonas vinílicas sobrepoblaran nuestro entorno, eran pintores comerciales los encargados de cautivar con su arte. Sin mouse, Sin tabletas, sin Photoshop. Sus herramientas son más artesanales, pero su habilidad es innegable.
Curiosamente estas ilustraciones parecen tener como factor común el presentar las piezas con una superficie muy brillante, en una situación ideal, opuesta a la realidad. |
Algunas de estas ilustraciones comerciales se nos han vuelto tan comunes que pasan desapercibidas. Aquí debe ser un taller –pensamos superficialmente, mientras los minutos de la vida se nos escurren en el tráfico. Pero el que ha llevado cursos de ilustración, o el que ha intentado empíricamente ilustrar alguna pieza, sabe, al igual que quien se quiere liberar de una cadena y con manos esposadas, que no es fácil. Mucho menos fácil es representar de una forma creíble los brillos metálicos en objetos como escapes, defensas, silenciadores y otras muchas piezas cuya construcción es compleja.
Esta pieza es una de mis favoritas por la destreza en construcción, perspectiva y los brillos. |
El valor de estas muestras artístico-comerciales radica en dos aspectos expresivos que se perciben a simple vista: el manejo de la perspectiva, el manejo de brillos.
Por eso, aunque estemos en la era del pixel y el vector, la era de la competencia por quién imprime vinílicos más baratos (a propósito, regalando el diseño) es bueno saber que aún contamos con estos artistas anónimos con tanto talento que se dan el lujo de escapar de la computadora. El talento les brota de las manos callosas y llenas de pintura, dejando su legado en cada brochazo.
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