Ante la avalancha de frases y expresiones importadas de todos lados, esta entrada celebra la riqueza de nuestras expresiones, aquellos dichos y vocablos que nacieron –o evolucionaron– aquí y que hacen de nuestro acento “cantadito” (así dicen algunos extranjeros) algo que nos pertenece, que nos hermana y nos identifica, estemos en el Mercado Central o en el aeropuerto de Houston.
Además, les presento estas expresiones con algunas buenas tipografías que me he encontrado mientras deambulo por allí.
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